Los sindicatos intentan negociar unas condiciones dignas dentro de la actual situación de crisis. Tienen unos mínimos irrenunciables, solo sea por los muchos años que ha costando llegar hasta ellos.
Las patronales tienen un enfoque optimizador de recursos. Es un buen momento para aflojar los lazos que les aprietan.
Hasta aquí lo previsible.
Pero hay un porcentaje de la patronal con una gran afinidad ideológica al actual gobierno que entiende mejor para sus intereses que no haya acuerdo. Que el gobierno legisle, que seguro llegará más lejos que un forzado acuerdo con los sindicatos.
Y en esas estamos.
No tienen que rendir cuentas a sus sectores patronales más reacconarios y encima les hacen el trabajo.
¿Para qué complicarse la vida?
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