lunes, 30 de abril de 2012
viernes, 27 de abril de 2012
Tienen sentido
Las manifestaciones programadas tienen sentido. Ya lo creo.
Estamos en unos momentos donde el poder (el que sea, porque últimamente no se dónde realmente reside) debe apreciar que la clase trabajadora y sus ciudadanos allegados, léase la clase madia-baja, se moviliza y no está de acuerdo con lo que está pasando.
También debe apreciar que no se conforma ni se rinde.
Debemos ser activos en nuestro entorno. No eludir responsabilidades y discutir sobre lo que está pasando.
Nos va en ello nuestro bienestar. Nuestra sanidad, nuestra educación, nuestra atención a la posible dependencia, nuestra jubilación ....
Seamos realistas. Los que vivimos de nuestro trabajo, debemos ser solidarios con nosotros mismos. Es lo más rentable que podemos hacer. No enfrentarnos, entender nuestras debilidades si llega el caso. Ver que el de al lado no es nuestro enemigo.
Y por supuesto, no consentir que nadie, por sus acciones, debilite este precario estado solidario de bienestar.
¡¡Va por nosotros!!
martes, 24 de abril de 2012
jueves, 19 de abril de 2012
Vienen otros tiempos
Vienen otros tiempos. ¡Y hay que ver cómo vienen!
Esta crisis no es algo pasajero. No es un acontecimiento de carácter cíclico o previsible, que tiene altos y bajos.
Implica una nueva situación social para los ciudadanos, trabajadores, y por supuesto, sindicatos.
Los nuevos tiempos llegan para quedarse en un invierno que dura más de lo esperado. Un tiempo que, porqué no decirlo, me recuerda el pasado: Un pasado casposo con unos ciudadanos temerosos, desconfiados y, en muchos casos, ignorantes.
Parece que los trabajadores hemos llegado a nuestro tope de bienestar y, ¡cuidado! pensarán algunos, hay que corregir el rumbo. Y contra esto hay que oponerse.
Debemos pensar sosegadamente, pero en primer lugar, debemos clarificar la nueva situación, ver nuestras carencias y seguir luchando.
Esta es la clave, seguir luchando y defendiendo a los más débiles.
Para eso estamos los sindicalistas.
Esta crisis no es algo pasajero. No es un acontecimiento de carácter cíclico o previsible, que tiene altos y bajos.
Implica una nueva situación social para los ciudadanos, trabajadores, y por supuesto, sindicatos.
Los nuevos tiempos llegan para quedarse en un invierno que dura más de lo esperado. Un tiempo que, porqué no decirlo, me recuerda el pasado: Un pasado casposo con unos ciudadanos temerosos, desconfiados y, en muchos casos, ignorantes.
Parece que los trabajadores hemos llegado a nuestro tope de bienestar y, ¡cuidado! pensarán algunos, hay que corregir el rumbo. Y contra esto hay que oponerse.
Debemos pensar sosegadamente, pero en primer lugar, debemos clarificar la nueva situación, ver nuestras carencias y seguir luchando.
Esta es la clave, seguir luchando y defendiendo a los más débiles.
Para eso estamos los sindicalistas.
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