Durante estas semanas el sindicato ha convocado diversos actos de protesta y manifestaciones con escaso éxito. El eje principal ha sido la defensa de nuestro Estado de Bienestar. Porque, nos guste o no, está cuestionado.
La educación, la sanidad y la dependencia pueden ver reducido su control público en beneficio de entidades privadas. En otras palabras, puede haber una pérdida de calidad en el estado de bienestar que actualmente “disfrutamos”.
Bien cierto es, que los sindicatos no tienen/tenemos la capacidad para resolver íntegramente los problemas. Pero sí lo es, que hacemos por arreglarlos.
A la vista de nuestro éxito, ¿no será que estamos equivocados? Creo que no.
¿Será que las formas de plantear las reivindicaciones no son las adecuadas? Puede ser. Salir a la calle es incómodo y además nos ven.
¿Estaremos legitimados para proponerlas? Claro que sí. Pero la campaña de desprestigio de los sindicatos está dando muy buenos resultados, y más difícil lo tenemos.
Parece que los ciudadanos de a pie, han/hemos decidido que con votar una vez cada cuatro años, es suficiente. Que el gobierno de turno lo arregle, si puede. La cuestión es qué hacer cuando no puede o no quiere.
Ahora cobra sentido la pregunta que un ciudadano hizo a otro cuando vio a lo lejos una manifestación de paisanos con pancartas…..… Oye tu, ¿qué quieren los sindicatos?
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