Creo que lo que está ocurriendo ests días es reflejo de un estado de ánimo.
Porque si nos quedamos en la superficie y solo vemos lo exterior, mal vamos.
La cuestión no es sólo si el movimiento sale bien o mal. Es algo más, imperceptible en lo material, pero posiblemente más duradero.
Hay un estado de ánimo, inmaterial pero consistente, que rechaza algo a lo que los mayores parece que nos hemos acostumbrado: A saber: Vivir en la aceptación de los hechos como irrefutables e inamovibles.
Por eso el movimiento deviene de la juventud. ¡No aceptan la laxitud, falta de esperanza, comodidad....!
Nos guste o no, es un balón de oxígeno en nuestras mentes. Aunque cometan errores.
¿Acaso no somos de alguna manera responsables de lo que está ocurriendo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario