Un lobo con piel de oveja es el ministrísimo ministro de Justicia,
el Sr. Gallardón.
Sus propuestas están siendo extremadamente reaccionarias y posiblemente
obedecen, con independencia de sus propias creencias, a un interés personal/político.
Nada más zafio, si así fuera.
Este escrito es una pequeña denuncia ante quien debilita
conscientemente los cimientos de un estado democrático en pleno ataque de
adelgazamiento (de su estado de bienestar, por supuesto).
El aumento de los costes jurídico/burocráticos en denuncias, incluído el plano laboral, pone en franca desigualdad la tutela legal
efectiva que debemos tener los trabajadores.
¿Qué pretende esta derecha carpetovetónica?
No lo sé, pero mucho me temo que al final, como sigamos así, le vamos a a pedir al empresario que nos despida con delicadeza y así poder calcular
juntitos la indemnización. Este buen rollito propiciará que no nos cabreemos y no nos den ganas de
denunciarle, porque nos saldría más caro visto el posible coste total.
O algo más sutil. Igual acaba siendo más rentable trabajar menos, o más con un salario inferior, para pertenecer
a la banda donde la asistencia jurídica, sanitaria, o yo que sé, es asumida por
la administración pública. Lo cierto es que las cifras del paro bajarían.
Qué cosas se me ocurren.
Yo creo que el lobo Gallardón y sus compis en el fondo
quieren que seamos pobres pero dignos, que nos proteja la Beneficiencia, que
nos invite a comer un rico una vez al año y que encima pongamos buena cara.
De
lo demás ….. ¡Dios proveerá!
No hay comentarios:
Publicar un comentario